En este paisaje digital se encuentran distribuidos una serie de cristales luminosos, que sugieren por su disposición
espacial, un recorrido posible. El usuario, al acercarse a ellos, podrá escuchar los relatos de familiares de víctimas de tránsito, que perdieron a sus hijos, padres o hermanos.

Hay en total 10 cristales, 10 relatos. La música acompaña el recorrido, transformándose según los caminos tomados. El usuario podrá elegir el tiempo de circulación libremente, pudiendo escuchar cuantos relatos desee; el tiempo mínimo de interacción es de 5 minutos y el máximo de 30 minutos.

Hacia el final del mapa, se descubre una cantera repleta de cristales, donde las voces de los testimonios se superponen entre sí,  abrumadoramente. Entendemos la cantera como metáfora del vacío, del hueco que queda en familiares y amigos al producirse un
hecho de tránsito fatal.