¿La libertad está hecha de necesidad o de anhelo? ¿Es material, emocional, espiritual o todo esto
junto? ¿Se es realmente consciente de en qué medida se es libre o no se lo es? Si se ha de ser libre,
ante todo será de adentro hacia adentro, de adentro hacia el cuerpo y del pensamiento a la
comunicación.
Esta es la propuesta y reflexión a la que convoca esta obra de video arte multidisciplinaria, que
combina un registro performático de expresión corporal tras una pantalla proyectada, con una
animación en stop motion de siluetas troqueladas en papel.
La ventana como metáfora simbólica de la libertad, por donde se espía lo íntimo, se obtiene aire,
se conecta con el afuera, se replica aquí como ventana digital. Es lo tangible y lo virtual
conviviendo en un dispositivo electrónico que a la vez invita a conectar con lo interno y la
introspección forzada, buscada: encontrada.
Con estas premisas, la libertad del ser y estar queda materializada en cualquier forma y magnitud,
y siempre es importante. Se exprese en siluetas de papel que pisan la ciudad y vuelan por su
cielo, o en la fibra más íntima de los músculos que mueven al cuerpo.